*Mini crónica* Todas las tardes la casona La América en Cachipay se llenaba de velas y lámparas Coleman que alumbraban sus corredores. Corría el año de 1969 y los nueve hijos del matrimonio Neira Gómez se divertían algunas noches jugando a las escondidas. Otras veces, escuchaban las historias de miedo que contaban los trabajadores, pero nunca faltaban las reuniones en torno a la radio. Un transistor Philips beige, modelo 50, hacía las veces de televisor. En medio de la penumbra y el silencio de la finca, las voces de Todelar y Caracol Radio llenaban la casa de personajes y hacían de la sala un escenario para cada una de las historias. A las 6 de la tarde una balada romántica marcaba la entrada de María Ramos. Las cuatro mujeres de la casa se acomodaban en los sillones y se entregaban al relato. María trabajaba como empleada doméstica. Se esmeraba en sus labores para conseguir otro estilo de vida, lleno de lujos y comodidades. Gracias a Teresa, la criada de la casa veci
Aquí escribo sobre música, cultura y relatos personales.